XXXIII

Este jueves 15, se inaugura la muestra XXXIII de Christian Bendayán en la galería de la Municipalidad de Miraflores, Miro Quesada Garland, con una muy completa serie que cierra todo un ciclo pictórico del autor. ¿Y por qué XXXIII? con este título Christian robustece su relación con los contenidos sacros del mundo judeo-cristiano, recordemos que esta es la edad de la inmolación de Jesucristo, pero además esta es la edad que tiene el propio Christian, al concluir, de manera deliberada, proyectos pictóricos acariciados durante varios años, algunos de ellos traspapelados, como lo hace aquello que es importante al perderse en medio de lo urgente. Esta muestra es en buena cuenta, el resultado de un largo tiempo de elaboración personal y da cuenta de la madurez de un estilo tanto como de una iconografía muy personal. Seguramente en ella encontraremos nuevas luces, indicios que prefiguren lo que viene, como parte de esta rebelión ordenada de la imaginación...Christian es capaz de combinar en su pintura aspectos aparentemente irreconciliables, uno de ellos, que yo aprecio como el más audaz, el formalismo académico aplicado a contenidos cotidianos, aldeanos y populares. La elección de este registro casi manierista, tiene el mismo efecto que el del respeto genuino que produce el milagro de la visión: allí donde reposa lo cotidiano, lo bajo, lo desdeñable para alguna élite decadente, está tambien la sonrisa impetuosa, la vitalidad, la lujuria y tambien la indulgencia. Todo el cielo y todo el infierno danzan en historias que quedan cada vez menos sujetas a una determinación rigurosa, finita, escolástica, para dejarse penetrar por la vida y sus envolventes misterios. En estos términos, treinta y tres es un número visagra, en el que la maestría ganada del pintor se pone al servicio de la trascendencia, de la visión poética, de la creación.

v.p.l

curaduría en Lima a cargo de Rodrigo Quijano

esta muestra tuvo como primera edición, ex professo, la ciudad de Arequipa.

Tuve la suerte de estar presente en las instalaciones del ICPNA de Arequipa durante esa premier, y tuve tambien la satisfacción de ver como un vasto público ávido de novedades culturales, asistió y participó en otras actividades relativas a la muestra en los días siguientes a la inauguración, como el conversatorio del artista con Gustavo Buntix. Ojalá esta genial ola venida del "interior" * ( nótese que el artista es natural de la ciudad de Iquitos) tenga alguna resonancia en la difusa vida cultural de los limeños.