Friday, April 20, 2007

PRESENTACIÓN DE CHRISTIAN BENDAYÁN PARA LIMaMOR

Es un honor presentar la obra de dos reconocidos artistas como son Miguel Lescano y Pancho Guerra Garcia, a quienes conozco ya hace varios años.



Mi primer encuentro con la obra de Lescano fue con su trabajo gráfico, se trataba de las ilustraciones del libro La muerte del Yatmandú, del escritor amazónico Luis Salazar Orsi. Luego volví a encontrarme con su obra en el camino, con obra de camino, de calle para ser más preciso, con un autorretrato, una llanta y un calzoncillo, a la usanza siempre en la búsqueda de nuevas formas de materializar su discurso artístico.
Muchos nos subimos a la combi de Pancho Guerra García, o al cementerio, a la 10, cuando tenía de chofer a Sarita Colonia, luego de haber cachueleado vendiendo prensa chicha en un abrigador quiosco de colcha antigua. También obra de calle la de Pancho, con mensaje de yapa, al paso y al vuelo, vociferadas masivamente por las barras bravas, recorriendo desde gamarra hasta un domingo de pelotas y muñecos inflables de lo que fuera alguna vez el parque Salazar.
Así Guerra García y Lescano transitaron por años las calles de Lima, quitando y poniendo prendas a esta ciudad, desvistiéndola y revelándola para el asombro de propios y ajenos en galerías, museos y cualquier lugar caleta en el cual pudiera florecer una aventura o un romance entre el arte y los limeños.
Limamor, carpeta de serigrafías / sobre que contiene las cartas de dos artistas enamorados de la misma musa, aquella que a primera vista pareciera fea, pero que en sus formas retorcidas, caóticas y complejas guarda encantos capaces de crear la más perversa dependencia.
Limamor - amor perverso, pero amor a pesar de todo y sobre todas las cosas como su cielo gris, como la cruz del cerro, “anda, bésame” exclama un personaje de Guarra García rompiendo el silencio de un jardín cobijado por la gran nube, donde miles de seres cruzan miradas, proseción sin rumbo, a lo que Lescano llama “Lima Paraíso”.
Esta carpeta de serigrafías nos trae a Lima como aguas de un turbulento río que arrastra piedras, como micros y combis cruzando calles neuróticas hasta llegar al paradero final, al corazón de un país, en el que fluyen todas las razas y culturas, se pasean huaynos, cumbias, regguetones y boleros , se rozan y empujan con el hombro los colores más estridentes, y robándole la poca luz de su cielo brillan siempre fascinadas las miradas, por encima de la costumbre, la admiración, el amor por Lima... el amor de Lima.


Christian Bendayán
Lima, martes 10 de abril 2007